Los buques mercantes confían cada vez más en sus instalaciones de depuración de buques (también conocidas como sistemas de purificación de gases de escape o EGC) para cumplir con las normas ambientales cada vez más estrictas. Debido a la combinación de ácido, alta temperatura y alto contenido de cloruro en el agua de lavado, las condiciones de operación dentro de la torre de lavado son muy duras. Para mejorar la confiabilidad y prolongar la vida útil, se deben elegir materiales de construcción de la más alta calidad, generalmente acero inoxidable de alta aleación.